Dicen que la vestimenta es nuestra mejor carta de presentación, y, aunque, suene un poco superficial, esta frase tiene razón. ¿Qué es lo primero que ven en nosotros cuando nos acercamos a conocer o saludar a alguien? Sin duda alguna, la ropa.
La vestimenta no solo nos sirve para cubrirnos de las inclemencias del tiempo y lucir bien. En realidad, va mucho más allá: representa nuestra personalidad, gustos y preferencias. Incluso hasta es capaz de modificar nuestro estado de ánimo e influir en la manera en que desempeñamos nuestras actividades.
Por ello es importante prestar atención a las prendas que utilizamos, cómo nos hacen sentir y qué nos transmiten, para obtener la comodidad y satisfacción que estamos buscando. En el ámbito laboral esto es importante, pues tener la vestimenta adecuada, no solo nos permitirá realizar nuestras tareas libremente, sino que promoverá la personalidad, valores y filosofía de la empresa frente a clientes y otras marcas.
¿Cómo influye la vestimenta en el trabajo
Dependiendo del área en el que nos desempeños, debemos ser certeros con lo que vestimos. Una persona que trabaja en atención al cliente no debería tener el mismo uniforme de una persona que trabaja en la parte operativa de una compañía. Esto no se debe a una cuestión de estatus, sino de la comodidad y seguridad que necesita cada uno al momento de realizar su tarea.
¿Te imaginas acudir a una reunión importante con un vestuario informal, que denote desinterés o poco profesionalismo? Ahora, imagina acudir a esa misma reunión con un uniforme acorde a los valores de la empresa, que sea cómodo y que te dé la seguridad que necesitas. Probablemente el resultado sea positivo porque no solamente se trata de lo que decimos, sino también de cómo nos vemos y sentimos.
¿Por qué debemos utilizar uniformes nuevos en el trabajo?
Hay empresas que todavía no dan el paso de utilizar uniformes. Hay otras que sí lo hacen, pero no de la manera correcta, ya sea porque no impulsan su identidad corporativa o porque no le brindan un uniforme de calidad a sus empleados.
A continuación, te dejaré una lista de motivos por los que toda organización debería implementar uniformes nuevos:
Fácil identificación de los empleados
Cuando los colaboradores visten con uniformes que llevan los colores y logos de la compañía, los reconocen más fácil en las instalaciones y trasmiten confianza entre los usuarios.
Seguridad e higiene
Si las labores requieren mayor esfuerzo y exposición física, las organizaciones están obligadas a proporcionarles a sus empleados la ropa y accesorios necesarios. Por ejemplo, un trabajador de limpieza debe tener uniformes que los protejan del contacto con los químicos en todo momento.
Aumenta el sentido de pertenencia
Ofrecer uniformes con el logo y los colores de la empresa, hace que los empleados se sientan parte de ella. Por tanto, aumenta su dedicación y compromiso con la organización, y se logra una mayor retención del personal.
Promociona la marca
Los uniformes pueden volverse parte de la estrategia de publicidad y promoción al ser elementos que sirven para distinguir la cultura de la empresa. Además, ayudarán a mostrarnos como un negocio consolidado, mientras más acorde vayan con la identidad corporativa.En conclusión, un negocio que apuesta por tener uniformes nuevos está impulsando una imagen profesional tanto en sus empleados como en la organización, así que no esperemos más en incorporarlo para aprovechar sus beneficios.
