Es normal que queramos darle siempre lo mejor a nuestros hijos y la vestimenta es parte de ello. Además, de ser una necesidad básica, la ropa para niños debe cumplir con ciertas características para facilitar su movilidad y adaptarse a su crecimiento. Al momento de confeccionar ropa para niños es importante que sigamos ciertos criterios, de esta manera ahorraremos costos a largo plazo y veremos a los pequeños realizar sus actividades cómoda y libremente.
3 consejos para confeccionar ropa para niños
1. Elegir la tela adecuada
La telas hechas de algodón son las más populares en la confección de ropa para niños. Son cómodas, duraderas, transpirables, suaves y no se ciñen a la piel. Además, les podemos imprimir variedad de estampados, creando diseños originales. Una de sus desventajas es que llegan a encogerse al lavarlas con agua caliente y tardan un poco en secar, pero eso se puede prevenir, realizando un correcto proceso de lavado.
Las telas de poliéster, por otro lado, son ideales para crear ropa de niños para climas fríos y prendas deportivas, ya que es ligero y atrapa el sudor. No se recomiendan en climas cálidos y pueden causar irritación en pieles muy sensibles, sin embargo, haciendo una mezcla adecuada con fibras naturales, se sentirán más suaves e incluso serán más duraderas que el algodón. Por otro lado, no se decoloran ni se encogen y son muy resistentes al uso, las manchas, las arrugas y al lavado constante.
Es primordial evitar telas como la lana, el nylon o la lycra, ya que en los más pequeños pueden llegar a provocar irritaciones, picazón o alergias muy incómodas. Para los bebés es preferible el uso de muselina, tela muy fina hecha de algodón, que aporta suavidad y transpirabilidad. Es usada, principalmente, para la elaboración de paños para arrullar, aunque también se trabaja para vestidos, ballerinas y bodys.
Por otro lado, la tela polar, hecha de poliéster, es una opción para prendas de invierno, ya que mantiene el calor y es muy suave.
2. Diseñar un modelo versátil
Cuando tengamos la tela y estemos pensando en el diseño, no debemos guiarnos solo por la moda, sino recordar que la principal función de la vestimenta infantil es protegerlos y abrigarlos. Lo más importante en la ropa para niños es que sea cómoda, de calidad, y con colores y estampados que los inspiren y llenen de energía. También hay que tener especial cuidado con los cierres, las costuras y los botones, pensar bien en su ubicación para que no represente un riesgo.
3. Tener en cuenta la edad del niño
No es lo mismo vestir a un bebé que a un niño. Las actividades que realizan en cada etapa de crecimiento y los gustos que van adquiriendo, serán claves para elegir el tipo de ropa. Para los bebés, es esencial que la ropa sea suave y cálida para no lastimar su delicada piel, mientras que el niño que está en edad de correr y jugar, necesitará ropa que sea lo más resistente posible y fácil de lavar para los papás.
Asimismo, debemos tener en cuenta que los bebés necesitan estar la mayor parte del tiempo cubiertos, tanto en verano como invierno, debido a que no regulan muy bien su temperatura, por lo que hay que buscar telas que ayuden a mantenerlo caliente o fresco, según la temporada.
De igual modo, su ropa debe ser sencilla y segura, por lo que hay que optar por diseños que se abrochen en la entrepierna y sin costuras, cierres, broches o etiquetas muy grandes. Además, debemos prestar atención a los elásticos en el cuello, las muñecas y los tobillos, para no bloquear su circulación.
Sin duda, la elección de telas y el correcto diseño de la ropa para niños, será necesario para que puedan crecer cómodos, libres y vayan adquiriendo su propia personalidad.
